Ciudad Madero, Tamaulipas. - Tras una jornada de manifestación pacífica por parte del personal sindicalizado del Hospital Civil de Madero, se  informó que se llegó a un acuerdo para suspender la toma de la dirección, en espera de que se conforme una mesa de diálogo con autoridades estatales de salud y bienestar social.

El secretario general del comité en el hospital, Alejandro Reyes, explicó que la protesta surgió como respuesta a quejas laborales que se han venido arrastrando desde hace meses, principalmente relacionadas con acoso laboral, favoritismo, cambios de área o de horario sin consenso con el sindicato, así como el intervencionismo de personal que ya no debería ejercer funciones directivas.

“El trabajador quiere que se le escuche. Nosotros siempre hemos apostado por el diálogo, pero muchas veces los acuerdos no se cumplen y llega un punto en que la base ya no puede seguir tolerando esas situaciones”, expresó el líder sindical.

Reyes mencionó que la protesta se desarrolló sin afectar las actividades médicas ni la atención a los pacientes, y que el objetivo fue llamar la atención de las autoridades ante la falta de respuestas concretas a las demandas de los empleados.

Durante la asamblea extraordinaria realizada este martes, en la que participó el secretario de Trabajos y Conflictos del Comité Estatal, se acordó levantar la manifestación para dar paso a una negociación formal con la Secretaría de Salud y la Dirección del hospital.

El sindicato otorgó un plazo de una semana para recibir una respuesta y la integración de una comisión que atienda los reclamos del personal.

Entre los nombres señalados por los trabajadores se encuentran Berenice Cristán, encargada de recursos materiales, y la doctora Juana María Delgado, quien fungió como subdirectora médica interina. El sindicato solicita que se revise la actuación de ambos casos, pues consideran que las decisiones tomadas en sus áreas han generado conflictos y mal ambiente laboral.

Respecto a versiones que aseguran que solo un pequeño grupo promueve la inconformidad, el secretario general aclaró que el malestar “no es de unos cuantos, sino de una parte importante de los más de 600 trabajadores sindicalizados”, y aseguró que las declaraciones en contrario provienen de personas con vínculos familiares con las funcionarias señaladas.

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